miércoles, 15 de julio de 2015

Tu libertad será real cuando logres soltar el peso que no necesitas

En una conferencia se hablaba sobre el manejo de la tensión. Levantó el maestro un vaso con agua y preguntó al auditorio:
- ¿Cuánto creen ustedes que pesa este vaso con agua?
Las respuestas variaron entre veinte y quinientos gramos.
Entonces el maestro comentó: 
- No importa el peso absoluto. Depende de cuánto tiempo voy a sostenerlo. Si lo sostengo por un minuto, no pesa nada. Si lo sostengo durante una hora, tendré un dolor en mi brazo. Si lo sostengo durante un día completo, tendrán que llamar una ambulancia. Y es exactamente el mismo peso, pero cuanto más tiempo paso sosteniéndolo, más pesado se va volviendo.
Y concluyó: 
- Si cargamos nuestros pesos todo el tiempo, más pronto o más tarde, ya no seremos capaces de continuar, la carga se irá volviendo cada vez más pesada. Lo que tienes que hacer es dejar el vaso en algún lugar y descansar un poco antes de sostenerlo nuevamente. Tienes que dejar la carga de lado periódicamente, ¡De la forma que sea! Es reconfortante y te vuelve capaz de continuar. Entonces, antes de que vuelvas esta noche a tu casa, deja afuera el peso, en un rincón. No lo Cargues hasta tu casa. Mañana podrás recogerlo otra vez, al salir ( si es que lo necesitas)


Nuestra opinión, posición, responsabilidad...son importantes

A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.    Madre Teresa de Calcuta.



En un bosque muy grande y antiguo convivían muchos animales. Esta selva era un lugar plácido, tupido de árboles centenarios y abundante alimentos por doquier. 
Era un gran sitio para vivir. Debido a la ubicación geográfica del bosque existían dos estaciones climáticas: verano e invierno. Y en este bosque los animales empezaban a sentir la incomodidad por el calor sofocante que hacia debido al intenso verano que hacía en aquel momento,…
Para este tiempo escaseaba mucho el agua; la falta de agua estaba creando un ambiente desesperado para la selva y sus habitantes… Sin embargo aún faltaba un suceso más en la vida de aquel bosque…
Aquel día hubo un gran incendio en la selva, el fuego se extendía a grandes chispazos a través de los árboles, mientras tanto, todos los animales huían despavoridos…
En mitad de la confusión, un pequeño colibrí empezó a volar en dirección contraria a todos los demás.
Los leones, jirafas, elefantes, ciervos, venados,… todos muy asombrados miraban al pequeño y débil colibrí, pensando en qué hacía yendo directo hacia el fuego. Finalmente uno de los animales, que no podía creer que el colibrí hiciera toda aquella locura le preguntó: "¿a dónde vas? ¿Estás loco? ¿Qué pasa contigo? Tenemos que huir del fuego inmediatamente". El colibrí, un poco palpitante por el calor del fuego, le contestó: "¿recuerdan que en medio de la selva hay un lago?, pues voy volando a toda prisa, recojo un poco de agua en mi pico y vuelvo para ayudar a apagar el incendio" asombrado, el León, quien entró a la conversación, sólo logró decir: "Estás loco, no servirá en absoluto, tú solo no podrás apagarlo”, el colibrí, en un tono tan seguro como resuelto, respondió:
"Es posible, ¡es posible!, solo estoy cumpliendo con mi parte"

Cuento reflexivo del bambú japonés